Resumen: Recurso de casación: debe respetarse la valoración de la prueba efectuada en la sentencia recurrida. Cuantía de la indemnización: es competencia de los tribunales de instancia y debe respetarse en casación salvo error notorio, arbitrariedad o manifiesta desproporción o cuando no se hubieran tenido en cuenta los criterios que establece la norma. En el caso, la fijación de la indemnización carece de rigor técnico y no es lógica ni razonable, ya que parte de una presunción que carece de base, como es que las circunstancias de los años 2015 a 2017 fueron las mismas que las del año 2018; esa extrapolación, cuya única justificación es la ausencia de datos respecto de los años 2015 a 2017, no es adecuada, pues no se apoya en datos reales ni en una proyección razonada y debidamente fundamentada, además la potencial difusión de los datos en el CIRBE es menor que la de los incluidos en el fichero Badexcug. Estimación del recurso de casación, asunción de la instancia, estimación del recurso de apelación y fijación de la cuantía teniendo en cuenta las anotaciones en el CIRBE durante los años 2015, 2016 y 2017, que los daños morales se presumen iuris et de iure; que la recurrente realizó una pluralidad de gestiones para lograr la cancelación; que las anotaciones permanecieron tres años en el CIRBE y que no se han acreditado daños patrimoniales. Publicación del fallo de la sentencia: cuestión no examinada en la sentencia recurrida que, por tanto, no puede plantearse en casación.
Resumen: Demanda sobre tutela del derecho al honor, que fue estimada parcialmente en ambas instancias. Recurren las demandadas y la Sala desestima su recurso pues no cuestiona adecuadamente la ratio decidendi de la sentencia recurrida ya que, en dicha sentencia, no se aplica el principio de presunción de inocencia. Se añade que los derechos en conflicto son el honor y la libertad de información, que precisa del requisito de la veracidad. Las sentencias de instancia han concluido que las demandadas no han probado la existencia de las amenazas a las instituciones que se imputan; tampoco hay prueba de la existencia de actuaciones que pusieran en riesgo la seguridad de las asociadas canarias de la asociación codemandada que las demandadas imputaron a la demandante; y la participación que le atribuyeron en la agresión a la otra codemandada no se ajustaba a lo declarado en la sentencia penal que se dictó sobre tales hechos y que condenó exclusivamente a su marido. En consecuencia, dado que la conducta consistente en amenazar a las instituciones públicas canarias y a la persona que le sucedió en el cargo de delegada de la asociación demandada, poner en riesgo la seguridad de las asociadas de la misma, ser una persona violenta y participar en la agresión física a la demandada desmerecen gravemente la reputación de la demandante, era necesario que los hechos imputados fueran veraces; al no serlo, la conducta de las demandadas no resulta legitimada por la libertad de información. Se desestima.
Resumen: Por el director de una residencia de residencia de mayores tutelada por Comunidad Autónoma se demanda por vulneración en su derecho al honor por las expresiones proferidas por la demandada, que trabajó en la residencia como auxiliar de clínica y era concejala del ayuntamiento, en diversos programas y redes sociales. Considera que atentó contra su prestigio profesional por sus expresiones sobre su gestión durante la pandemia provocada por el virus del Covid 19, sobre todo sobre carencia de equipos de protección homologados (EPIS). La sentencia de primera instancia estimó la demanda. La sentencia de segunda instancia, confirmó la condena de la demandada, porque se faltó a la verdad ya que existían medios de protección, se administraron en función de aquéllos de los que se disponían, y algunas expresiones exceden de la crítica o de la opinión. Recurrió en casación la demandada y la sala estima su recurso, pondera los derechos en juego, valora la grave situación por la pandemia, la queja generalizada por falta de medios, el interés social de las manifestaciones efectuadas por la demandada, así como que el derecho no puede impedir que las personas expresen su opinión sobre la forma en que los poderes públicos gestionaban la crisis, y la evaluación de la competencia profesional no tiene por qué resultar atentatoria al derecho al honor siempre que se realice en un ámbito relacionado con esa actividad y no se haga de manera injuriosa o injustificadamente descalificadora.
Resumen: Protección del derecho al honor. Testifical por videoconferencia: No hay razón alguna para sospechar per se de la idoneidad o validez de una prueba testifical por videoconferencia si no se acredita ninguna irregularidad relevante en su práctica. Para que una supuesta irregularidad en un trámite o acto procesal pueda acarrear su nulidad, debe causar indefensión material. El TEDH ha señalado repetidamente que la sátira es una forma de expresión artística y comentario social que, exagerando y distorsionando la realidad, pretende provocar y agitar. Pero también que debe verificarse en el caso concreto que no se trata de una vejación gratuita, sino de «un ejercicio de crítica política o social a través de la sátira y el humor» que dota al artículo de un interés democrático superior que pueda justificarlo. En el caso, no puede negarse la calificación de recreación literaria o artística de unos determinados hechos que hace la Audiencia Provincial. Efectivamente, tales hechos pueden haber sido exagerados o deformados para su dramatización, pero en absoluto implican un tono ofensivo o contienen expresiones injuriosas, más allá de un cierto matiz irónico o humorístico. Para que pueda operar esa especial protección del derecho de creación literaria debe darse, precisamente, ese carácter literario, es decir, ficticio y desconectado de la realidad, aunque sea mediante la transformación de un hecho o acontecimiento real para dar lugar a un universo de ficción nuevo.
Resumen: Demanda de protección del derecho al honor promovida por profesor universitario por imputaciones en una revista digital que le relacionaban con un supuesto lobby de acosadores sexuales en la Universidad. La sentencia de primera instancia estimó la demanda; la Audiencia desestimó el recurso, confirmando la sentencia impugnada. Recurren en casación las demandadas, y la Sala desestima el recurso. Considera la Sala que: i) la Audiencia Provincial no ignora, pese a la designación de la persona ofendida por sus iniciales, el carácter personalista del derecho al honor, una vez que considera perfectamente identificada a la persona ofendida; ii) el artículo publicado no puede ser considerado una creación literaria, lo que le dispensaría de una especial protección como manifestación de las libertades de pensamiento y de expresión, pues no se crea una ficción, desconectada de la realidad, sino que se hace una crítica a unas supuestas actitudes machistas e incluso -cuando menos- justificadoras del acoso sexual del demandante, y no se realiza en una revista literaria sino en una revista académica de carácter profesional y se refiere a hechos reales y a personas reales e identificadas o fácilmente identificables; y iii) además, carece de toda justificación la utilización de términos ofensivos como "acosador" y las graves imputaciones utilizadas con las consecuencias de todo orden, y no exclusivamente reputacionales, que ello puede conllevar para la persona aludida.
Resumen: Tutela del derecho al honor por una serie de expresiones que afectan al prestigio profesional de la demandante, abogada en ejercicio. La demanda se estimó en parte en ambas instancias. Recurre el demandado y la Sala desestima sus recursos. El recurso extraordinario por infracción procesal incurre en causas de inadmisión. Por lo que se refiere al recurso de casación, la sala declara que, en lo que respecta a las manifestaciones consideradas afrentosas, el conflicto se ha producido entre el derecho al honor de la demandante y la libertad de expresión; que no presenta interés general la actuación de la demandante al presentar la demanda de protección al honor contra el demandado (que fue lo que desencadenó la actuación que en la sentencia recurrida se ha considerado constitutiva de la intromisión ilegítima), de modo que no resulta justificada la emisión pública, con motivo de la presentación de esa demanda, de expresiones claramente afrentosas para la demandante, como calificar su actuación de estafa procesal y acusarla de estar relacionada con la criminalidad organizada; que existe una clara desproporción en las expresiones usadas por el demandado, teniendo en cuenta el escaso o nulo interés general del caso; que existe una desmesura, además, por la publicación de los datos personales de la demandante en varias páginas web; por último, se considera adecuada la indemnización concedida. Se concluye que la sentencia recurrida se ajusta a la jurisprudencia de la Sala y del TC.
Resumen: Admisión de los recursos de casación y extraordinario por infracción procesal que no vulnera el principio de igualdad ya que no existe identidad de razón con recursos precedentes inadmitidos. Recurso extraordinario por infracción procesal: prueba de presunciones, carga de la prueba y motivación; inexistencia de infracción. Prescripción: cinco años desde la fecha de la publicación del resumen de la Decisión final en el Diario Oficial de la Unión Europea, el 6 de abril de 2017. Presunción del daño. Efecto vinculante de las decisiones de la Comisión sobre acuerdos, decisiones o prácticas infractores de las normas de la competencia. Acción follow-on que exige partir del examen de la Decisión. Contenido y alcance de la Decisión de la Comisión Europea de 19 de julio de 2016. Existencia del daño y de la relación de causalidad. Circunstancias concretas y significativas que permiten presumir la existencia del daño. Fijación de la indemnización: la actividad probatoria desplegada por la demandante, en concreto la presentación del informe pericial con la demanda, que no ha sido directamente impugnado en los recursos extraordinarios, puede ser considerada adecuada para descartar que la ausencia de prueba suficiente del importe del daño se deba a la inactividad del demandante, y estando probada la existencia del daño, justifica que la Audiencia Provincial, con base en ese informe, pudiera fijar la indemnización.
Resumen: Acción de responsabilidad extracontractual reclamando la indemnización de los daños causados por la infracción del Derecho de la competencia (Cártel de los camiones). La demanda fue parcialmente estimada en segunda instancia y recurren ambas partes. Admisibilidad de los recursos. Se examinan primero los de la fabricante. Sentencia motivada. La recurrente no impugna la valoración del informe pericial. Prescripción de la acción: como el dies a quo viene determinado por la fecha de publicación en el DOUE de la Decisión y el plazo aplicable es de cinco años, no hay prescripción. Presunción del daño con base en los hechos descritos en la Decisión de la Comisión que sancionó el cártel. Los hechos de los que parte el tribunal de apelación para presumir la existencia del daño y de la relación de causalidad son los hechos constatados en la Decisión. Puede presumirse que la infracción ha producido un daño en los compradores de los productos afectados por el cártel, consistente en que han pagado un precio superior al que hubieran pagado si el cártel no hubiera existido. Adecuada actividad probatoria desplegada por la demandante (informe pericial con la demanda, no impugnado en estos recursos extraordinarios). Alteración del orden de los recursos. Dies a quo del devengo de intereses, devengo de intereses desde la adquisición de los camiones. Se estima el recurso en el sentido de que la indemnización concedida devengará intereses desde ese momento.
Resumen: Requisitos de formulación del recurso de casación. Tras la reforma operada por el Real Decreto-ley 5/2023, para que un recurso pueda ser admitido: 1.º debe ir dirigido frente a una resolución susceptible de recurso de casación (art. 477.1 LEC) y ha de interponerse en el plazo de 20 días desde la notificación de la resolución recurrida, (art. 479.1 LEC); 2.º debe cumplir los requisitos de forma y contenido previstos en el art. 481 LEC; y 3.º debe concurrir no sólo interés casacional, con la salvedad prevista en el art. 477.2 LEC (tutela judicial civil de derechos fundamentales susceptibles de recurso de amparo), sino también razones que justifiquen que el Tribunal Supremo deba pronunciarse sobre la cuestión o cuestiones planteadas en el recurso (art. 483.3 LEC). La casación no es una tercera instancia en la revisar cualquier valoración o juicio realizado por las Audiencias Provinciales, sino que debe haber razones relevantes que lo justifiquen. Valoración de la relevancia de la infracción denunciada, incluso en los casos en los que no es exigible la justificación del interés casacional, en función de los motivos de casación invocados y de las circunstancias de la concreta controversia jurídica. En el caso: improcedencia de una nueva revisión del juicio de ponderación de los derechos afectados, realizado por la Audiencia Provincial de acuerdo con los parámetros establecidos por la doctrina del Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo.
Resumen: Demanda de modificación de medidas. La sentencia recurrida modificó las medidas adoptadas en la resolución que disolvió el matrimonio de los litigantes y estableció, en favor de padre, un régimen de visitas respecto del hijo menor. La sala estima el recurso de casación de la madre, que alegaba que el menor no fue oído ni explorado. Transcendencia del derecho del menor a ser oído, y su relación con el derecho fundamental a la tutela judicial efectiva. La sala razona que, en el presente caso, no se ha oído de forma directa al menor (que tenía más de doce años cuando se dictó la sentencia de primera instancia y más de catorce cuando se pronunció la de apelación) y la motivación que expone la AP sobre dicha falta de audiencia no es correcta, pues el tribunal está obligado de oficio a garantizar la audiencia del menor, y, además, no suple dicha omisión el mero hecho sin más consideración de que aquel fuera oído de cara a la elaboración de un informe técnico. El derecho del menor a ser oído por el tribunal no puede ser equiparado o suplido sin más por lo manifestado por aquel al equipo psicosocial. En consecuencia, la sala anula la sentencia recurrida con retroacción de las actuaciones al momento anterior al de su dictado para que, antes de resolver sobre la modificación de medidas, el tribunal de segunda instancia haga efectivo el derecho del menor a ser oído sobre el régimen de visitas con la posibilidad de poder conocer de forma directa sus opiniones y deseos al respecto.